La casa del diablo
Ana es una estudiante universitaria,
que se ha mudado a la que fue casa del viejo Pedro.
Desde el momento en el que entró a la casa se
sintió observada por alguien, pero sabía que eso era algo imposible,
pues el
viejo Pedro había muerto tres noches antes y no tenía ni familia, ni amigos que pudieran estar ahí.
Sin dar más importancia
a esto, Ana comenzó a recorrer la casa.
Pero al hacerlo, poco a poco esa extraña sensación fue aumentando. Esto la hizo
pensar por un momento que quienes la observaban eran las personas retratadas en
los cuadros.
Sin embargo Ana ,creyó que solamente eran sus nervios traicionándola en el peor momento
posible.
Tras apenas unos minutos , encontró al final del pasillo una extraña puerta de acero oxidado cerrada
con llave.
No se había terminado
de instalar, cuando de pronto se
despierta en medio de una pesadilla, en la cual aparecía la extraña puerta; y
tiene la sensación de que hay alguien detrás de ella.
A la tarde siguiente, tras
haber recorrido la casa entera, Ana se acerca a la sólida y pesada puerta de
acero oxidado. Tras abrir la cerradura , entra ágilmente al interior de la
habitación y de inmediato su atención se posa en un altar al fondo de la misma,
en el que se encontraban algunas velas
casi extintas y otra pintura más.
Al ver al viejo Pedro en
aquel cuadro, un escalofrío recorrió el cuerpo de Ana , pues en ella, el viejo
tenía una apariencia oscura y perturbadora, incluso podría decirse: diabólica.
Como si se tratara de un demonio el que
se encontraba dentro de la pintura
Hasta ese momento Ana
nunca había hecho caso a todos los que decían, que al pasar de noche por la
casa de aquel siniestro viejo; se le podía escuchar hablando con alguien
desconocido. Alguien de quien sólo se podía escuchar una horrible y atroz voz;
la cual, alegraba al viejo únicamente con solo oírla.
A pesar de esto, Ana
pensó que esas historias las contaban sólo para alejar a la gente del viejo
caserón . De pronto tiene la
sensación de que hay alguien detrás de ella, que hizo
que la sangre se le helase como el hielo
y se desmayase a causa del miedo y el horror .
Todos aseguran que en la
noche en la que Ana desapareció de este mundo, se escuchó una vez más la macabra risa del viejo Pedro.
Es por esto que nadie
volvió a pasar cerca de la casa. Pues además de haber muerto una noche antes;
todos sabían que el único capaz de hacer reír al viejo perverso, no era otro
más que el demonio mismo.
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