El enigma de la Ciudad Imperial (extracto primera parte)
El Valle relucía a la
luz de la luna mientras Rafael Soler reconocido fotógrafo tomaba fotografías de
la mágica y turística panorámica de Toledo.
Ya iba a dar media vuelta cuando un ruido
quebró el silencio de la noche
—¡Eh!, ¿Quién anda ahí?
— Gritó
De entre las sombras de la noche surgió
una mano enguantada que avanzaba con cuchillo en alto.
Ni siquiera la luz
intensa de una estrella que brilló en la plateada hoja pudo advertirle de aquel
peligro.
En un rápido movimiento, el cuchillo corta
el cuello del joven, quien alterado se tapa con desesperación la herida.
No esperó demasiado tiempo para ver que
salía corriendo. Caminó a una distancia prudencial, dirigiéndose a la orilla.
Permaneció unos minutos sin moverse, observó
el cadáver del joven. Allí estaba, totalmente inmóvil. Había quedado
perfectamente colocado. Cogió el rollo de hilo que tenía guardado y llevó la
aguja hacia la cara.
Unos minutos después, anduvo con una paz interior que
se reflejaba en su rostro.
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