Noche de Reyes
Por fin era el día, uno de los más especiales y primerizos para el pequeño Diego.
Siempre pensó que cuando su hermano mayor se lo relataba sería una noche que nunca olvidaría.
Después de cenar y cepillar bien los zapatos , los colocó bajo la ventana . Les preparó un buen cubo de agua para los camellos y un refrigerio que les serviría para alimentar a los tres Reyes .
Esa noche, quiso quedarse despierto, para ver si conseguía pillarles , pero el cansancio pudo finalmente con el y se quedó dormido como un tronco.
A la mañana siguiente y sin ponerse siquiera las zapatillas, se levantó rápidamente y corrió hacia la ventana para abrir sus regalos.
Tras abrir los regalos y ver que nuevamente habían acertado en lo que había pedido, se fue a desayunar el chocolate con roscón que su madre había comprado.
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