Paradoja
Están todos muertos. Todos
excepto yo. Los creadores decidieron acabar con la vida de nuestro planeta
provocando así su propia extinción. Aunque a decir verdad creo que uno de ellos
también sobrevivió al enfrentamiento. Llevo mucho tiempo buscándolo. Sé que
está en algún sitio pero no consigo dar con él.
- Según fuentes oficiales del gobierno se
están acercando a la Tierra miles de objetos presuntamente tripulados por seres
inteligentes. Su detección se produjo ayer a las 9.00h y aún se desconocen sus
intenciones… -
Sólo faltaba eso. No era la
primera vez que daban este tipo de noticias. Intentos de meterle miedo a la
gente y distraerla para que no pensara en otros asuntos, nada más. Apagué el
televisor y salí a la calle. ¿Por qué no habría salido antes? Hacía un día
maravilloso. En pleno verano abundaban este tipo de días. Eran las siete de la tarde y al sol todavía le quedaban un
par de horas, quizá más, allá arriba. Olía a ropa limpia y la gente se tomaba
las cosas con tranquilidad. Inesperadamente oscureció por completo. Noté como a
mi alrededor todo dejaba de hacer ruido. Presa del pánico, me paré en seco
tratando de comprender qué estaba pasando. Vi el mundo en tinieblas a cámara
lenta, ni un solo sonido, sólo mi respiración. Intenté moverme, quería
esconderme en algún sitio. Imposible. Un segundo y todo fue arrasado. Otro
segundo y caí al suelo. Al abrir los ojos me encontré con el mismo paisaje
desolado que me rodeaba justo antes de perder el conocimiento: ni un solo
edificio en pie, ni un solo cadáver, ni un solo sonido, nada había resistido al
golpe. La luz había vuelto, pero extrañas sombras se proyectaban sobre el
suelo. Miré hacia arriba. Objetos circulares plagaban el firmamento, moviéndose
lentamente. El suelo empezó a vibrar y a abrirse. Extrañas criaturas salían de
las grietas rumbo a las naves, derribándolas. La batalla duró varios meses,
durante los cuales, gracias a unos escritos que encontré en mis innumerables
idas y venidas en busca de improvisados alimentos, tuve la oportunidad de
conocer, o al menos imaginarme, el porqué de dicha guerra. Cada ser humano
alberga cierto nivel de maldad. Los demonios se nutren de ella y sin ésta no
tendrían ninguna razón para existir. Al aniquilar a la especie humana, la raza
de los creadores estaba provocando la desaparición de la raza de los demonios y
éstos no iban a quedarse de brazos cruzados. Mientras busco al creador
superviviente no dejo de darle vueltas a una serie de interrogantes: ¿el motivo
de que yo siga vivo es fruto de la casualidad? ¿mi sola existencia puede
provocar la reaparición de la raza demoníaca? Imagino algunas respuestas. He
hallado indicios de que soy parte de un ciclo repetitivo en el cual la balanza
entre el bien y el mal trata de equilibrarse sin conseguirlo. No lo entiendo,
la única solución final que se me ocurre habría pasado por eliminar por
completo a nuestra raza. Sin dejar cabos sueltos…
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