Mensajeros

No estoy loco. Sé que muchos lo piensan y muchos lo dicen, pero no lo estoy.

 Realmente pienso que, habiendo, como todos saben que hay un cielo y un infierno, estos dos lugares se comunican entre sí por medio de mensajeros. Y hay días en que son tantos los envíos, tantos los mensajes de odio, tantas las amenazas 
que se devuelven uno al otro, que, cansados  estos mensajeros de su 
insostenible trabajo, optan por abandonar su oficio y quedarse para siempre en la Tierra.

Estoy convencido de que es así como sucede.;

Y también de que ésa es  la razón por la que hay tantas personas viviendo aquí.

También sé que parece impensable; pero no estoy loco, de verdad que no lo estoy.