La moneda de oro (extracto)
La bella y antigua villa de Cáceres , nos invita a recorrer y transportarnos a otras épocas o a otros mundos por sus calles cuyas piedras guardan recuerdos y extraordinarios grabados Cáceres se encontraba abarrotada aquella tarde de finales de octubre. Antonio Rodríguez, un joven investigador ciudadrealeño, había llegado a la ciudad para disfrutar de unos días de vacaciones. Tras instalarse en su habitación del hotel Exe Ágora, decidió dar un paseo por la ciudad. Tras un largo paseo, entró por la puerta de Mérida hasta la Plaza de San Juan donde paró para tomarse algo de cenar en un restaurante. Después de cenar y antes de pagar la suculenta cena, un anciano fraile llegó a su lado pidiéndole una limosna. Antonio afirmó no llevar más dinero que el que había dejado en el restaurante.