Destino forjado

El día había llegado, el primer rayo de sol había cruzado la línea del horizonte y había llegado hasta mi posición en la cima del monte de Las Almas Errantes. Todo estaba listo para que diera comienzo la gran batalla entre caballeros de la luz y las arpías del inframundo. Al finalizar el día estas tierras tendrán nuevo dueño, el cual lo habrá conseguido a base de derramamientos de sangre. Los primeros sonidos de tambores empezaban a retumbar en el vacío de aquel bosque. Las bengalas surcaban los cielos indicando posiciones para una coordinación de ataque maestra. El velo de la tranquilidad había caído, el cuerno de la guerra había emitido su sonido. La ultima brisa pasó y el suelo empezó a temblar. Los primeros escuadrones elfos tomaban posiciones, y las arpías se escondían entre las copas de los árboles y enfocaban sus endiablados ojos. Las catapultas, espadas y caballos estaban listos. Solo esperaban la señal que indicará la hora de matar. ...